Muchos programas de EHS están pasando por alto un factor crítico que está agotando los presupuestos e impactando a los trabajadores silenciosamente: la ergonomía. Los trastornos musculoesqueléticos (TME), frecuentemente causados por prácticas ergonómicas deficientes, se encuentran entre las lesiones laborales más comunes y costosas. Para los trabajadores mayores, el costo promedio por reclamo de indemnización laboral puede llegar a $25,932 dólares, y eso es solo por una lesión.
A pesar de su importancia, la ergonomía se suele tratar como una preocupación secundaria, abordada solo después de que alguien se lastima. Esta mentalidad reactiva provoca lesiones que se pudieron evitar, problemas de salud a largo plazo y gastos innecesarios relacionados con la pérdida de productividad y el aumento de los costos de indemnización. En este artículo, exploraremos por qué la ergonomía merece más atención, qué está en riesgo cuando se ignora y cómo la tecnología está ayudando a los líderes de seguridad a prevenir lesiones antes de que ocurran.
Si la ergonomía es tan crítica, ¿por qué las empresas no la convierten en una prioridad? La respuesta radica en los enfoques obsoletos de la seguridad en el lugar de trabajo, conceptos erróneos sobre ergonomía y la falta de datos medibles para demostrar su valor.
La mayoría de los esfuerzos de seguridad en el lugar de trabajo se centran en los peligros que causan daños inmediatos. Un trabajador que se resbala en un piso mojado o que queda atrapado en la maquinaria desencadena una respuesta urgente, investigaciones, acciones correctivas y verificaciones de cumplimiento. Estos incidentes tienen causas claras y visibles, lo que facilita la justificación de una acción rápida.
Sin embargo, los riesgos ergonómicos no siempre se anuncian en forma de un accidente. Se desarrollan a lo largo de semanas, meses o incluso años. Un trabajador de almacén que levanta cajas pesadas incorrectamente podría no sentir dolor inmediato, pero con el tiempo, su cuerpo acumula esa tensión. Para cuando se reporta la lesión, el daño suele ser irreversible.
Muchas personas en puestos de poder suelen ver la ergonomía como algo que “estaría bien tener”, en lugar de una prioridad. Lo relacionan meramente con sillas ergonómicas, escritorios de altura ajustable o con detalles menores de oficina, en lugar de la prevención de graves lesiones.
Esta mentalidad pasa por alto el hecho de que una mala ergonomía conduce a dolor crónico, movilidad reducida y problemas de salud a largo plazo. En los entornos de manufactura, logística y atención médica, las lesiones por esfuerzo repetitivo y las técnicas de levantamiento inadecuadas no solo causan molestias, sino que lastiman a los trabajadores, interrumpen las operaciones y elevan los costos.
Esta idea errónea también se extiende a los propios empleados. Muchos trabajadores soportan la incomodidad, pensando que el dolor es una parte inevitable del trabajo. Esta cultura de “ser resistentes” retrasa una intervención oportuna, haciendo que pequeños problemas se conviertan en lesiones costosas.
A diferencia del mantenimiento de la máquina o la protección contra caídas, tradicionalmente la ergonomía ha sido difícil de medir de manera cuantificable. Las evaluaciones estándar se basan en observaciones manuales, en hacer listas de verificación subjetivas y algunos métodos obsoletos que varían según el evaluador. Sin datos duros, es un desafío comprobar el retorno de la inversión (ROI) para las mejoras ergonómicas.
Esta falta de métricas claras dificulta que los profesionales de EHS aseguren la aprobación del presupuesto para iniciativas ergonómicas. Los ejecutivos quieren evidencia en números, esta inversión, ¿qué tanto reducirá las lesiones, recortará costos o mejorará la eficiencia? Sin datos confiables, las mejoras ergonómicas suelen pasar a segundo plano, optando por programas de seguridad más fáciles de medir.
Ignorar la ergonomía no es solo una oportunidad perdida; es una responsabilidad en aumento. Sin un enfoque proactivo, las empresas enfrentan a tasas de lesiones mayores, costos crecientes y disminución de la productividad.
Cuando los riesgos ergonómicos no se abordan, las consecuencias no son solo físicas, sino que afectan todos los aspectos de un negocio.
De acuerdo con la OSHA, los trastornos musculoesqueléticos relacionados con el trabajo (TME) son una de las principales causas de pérdida o restricción del tiempo de trabajo. Estas lesiones, como el síndrome del túnel carpiano, la tendinitis y la tensión muscular en la espalda, no se resuelven rápidamente.
Para los trabajadores, los TME suelen desencadenar dolores crónicos, movilidad limitada y, en algunos casos, discapacidad a largo plazo o permanente. Para los empleadores, implican tasas de lesiones más altas, costos crecientes de compensación para trabajadores y una caída notable en la productividad.
Según el Consejo Nacional de Seguridad, una lesión que requiere consulta médica implica un precio promedio de $40,000 dólares, tomando en cuenta salarios perdidos, gastos médicos, costos administrativos y honorarios que paga el empleador.
Sin embargo, los costos indirectos podrían ser aún más imponentes:
Para las industrias con altas exigencias físicas, como los almacenes, la producción de alimentos y la atención médica, estos costos se suman rápidamente. Un solo riesgo ergonómico que se pasa por alto puede provocar lesiones múltiples, agravando los gastos año tras año.
El dolor enlentece a las personas. Cuando los empleados trabajan a pesar de la incomodidad, se mueven con menos seguridad, toman descansos frecuentes y luchan por mantener su ritmo habitual. Con el tiempo, esto provoca una producción menor y mayor frecuencia de errores.
Los trabajadores con dolor también son más propensos a:
Para operaciones que dependen de la eficiencia, como líneas de ensamble o centros logísticos, este desempeño reducido tiene un impacto directo en la productividad general. Las empresas terminan pagando no solo por los costos médicos, sino también por una menor eficiencia en toda su fuerza laboral.
Aunque los costos de la negligencia son importantes, la solución está al alcance de su mano. Al hacer de la ergonomía una prioridad empresarial, las empresas pueden reducir lesiones, reducir gastos y mejorar su eficiencia. La clave está en visualizarlo como una inversión más, en lugar de un gasto innecesario.
Para que los líderes de EHS puedan asegurar la aceptación de los altos mandos, necesitan dirigir la conversación desde el cumplimiento de normas de seguridad hacia el desempeño del negocio. Los ejecutivos se preocupan por el impacto financiero, y la ergonomía afecta directamente los resultados de una empresa.
Una estrategia ergonómica bien ejecutada puede resultar en:
Cuando la ergonomía se visualiza como una inversión con ahorros de costos medibles, se vuelve mucho más fácil obtener el apoyo de las personas en puestos de toma de decisiones. Una vez que logran ver la ergonomía como una inversión estratégica, el siguiente paso es garantizar que las soluciones sean escalables, eficientes y respaldadas por datos confiables. Aquí es donde entran en juego las evaluaciones impulsadas por IA.
La IA y la visión computarizada han revolucionado completamente la forma en que las empresas abordan la ergonomía. Lo que antes requería horas de observación manual y datos inconsistentes ahora se puede hacer de forma rápida, precisa y a cualquier escala. Las plataformas como TuMeke Ergonomics eliminan el sesgo de las evaluaciones de seguridad mediante el uso de IA. Con esta tecnología logran analizar videos en tiempo real de los movimientos de los trabajadores y marcar las posturas de alto riesgo al instante.
Estas herramientas ofrecen:
El riesgo ergonómico no es solo un problema de comodidad, es un riesgo para el negocio. Con la IA, los líderes de EHS finalmente tienen una herramienta para estandarizar las evaluaciones sin importar los equipos, sitios y turnos. En lugar de depender de informes de lesiones después del accidente, pueden identificar las tendencias peligrosas a tiempo, permitiéndoles actuar y tomar decisiones basadas en datos coherentes y objetivos.
Si se toma en serio la reducción de lesiones, la mejora de la productividad y la creación de empleos más seguros, el momento de actuar es ahora. Vea las posibilidades que TuMeke Ergonomics le ofrece. Programe una demostración y dé el primer paso hacia un lugar de trabajo más inteligente y seguro.