La atmósfera del lugar de trabajo y los requisitos del trabajo pueden afectar significativamente el bienestar mental de un empleado. De manera similar a nuestra vida personal, las relaciones, los obstáculos y las presiones que se encuentran en el trabajo pueden resultar en diversos problemas de salud mental, como estrés, agotamiento y ansiedad. Para mantener un ambiente de trabajo productivo y positivo, las empresas deben reconocer estos factores y comenzar a abordarlos con seriedad.
Afortunadamente, la salud mental y su impacto en la seguridad en el lugar de trabajo y el desempeño laboral han recibido mucha atención en los últimos años, y las organizaciones están empezando a tomar nota. Sin embargo, si bien muchas empresas han comenzado a invertir tiempo y dinero considerables en programas de bienestar, algunas pasan por alto un aspecto crucial del bienestar de sus empleados, la ergonomía en el lugar de trabajo. Este artículo explorará la salud mental en el lugar de trabajo y cómo las empresas pueden aprovechar la ergonomía para diseñar un lugar de trabajo más seguro y feliz.
Ignorar el bienestar mental de sus empleados puede tener graves consecuencias para una organización. Por ejemplo, un nivel alto de estrés podría conducir al agotamiento, ausentismo y mayor rotación de empleados. También puede resultar en una disminución de la productividad, una mala toma de decisiones y un mayor riesgo de accidentes y lesiones. Estos pueden terminar siendo disruptivos para las operaciones e impactar la reputación y los resultados de una empresa.
Los problemas de salud relacionados con el estrés dan como resultado gastos de salud de empleados que son casi un 50% más altos que los trabajadores sin estrés, lo que equivale a más de $300 mil millones en pérdidas debido a los costos de atención médica, el ausentismo y el desempeño laboral deficiente. Estos gastos surgen a medida que sus empleados enfrentan problemas de salud relacionados con el estrés o recurren a estrategias de afrontamiento poco saludables para manejar su estrés.
Las empresas pueden evitar muchos de los aspectos negativos antes mencionados reconociendo y tomando medidas para reducir los factores de riesgo de salud mental en el lugar de trabajo. Quienes lo hacen también mejoran la moral general de sus empleados, la productividad, la rotación y el ausentismo. Además, las empresas que priorizan la salud mental también le demuestran al mundo que realmente se preocupan por el bienestar de sus trabajadores y, como resultado, tienen más probabilidades de atraer y retener a los mejores talentos.
Hay varias cosas que las empresas pueden comenzar a hacer hoy mismo para mejorar la salud mental general de sus empleados. Lo primero es obtener apoyo de personas en puestos de liderazgo para lanzar iniciativas de salud mental. Un mayor enfoque en la salud mental probablemente será un cambio significativo en la cultura de una empresa, y esos cambios comienzan desde arriba.
El liderazgo debe abordar los problemas de salud mental, hablar de ellos abiertamente e incluso llegar a compartir sus propias luchas. Estas historias personales y apertura serán una gran forma de crear un diálogo abierto y honesto sobre la salud mental. La mayoría de las personas ocultan sus problemas de salud mental porque le temen a las connotaciones negativas que puedan tener para ellos en sus carreras. Al ver que personas en puestos de liderazgo reconocen que estas situaciones son comunes y están bien, es más probable que el resto de sus empleados compartan sus luchas.
La flexibilidad dentro de los horarios de trabajo también es esencial, ya que el equilibrio trabajo-vida es una fuente comúnmente citada de estrés en el lugar de trabajo. Todo el mundo tiene una vida familiar, laboral y personal, y a veces esas cosas se superponen. Las empresas que muestren una mayor comprensión del lado emocional de las cosas, ayudarán enormemente a reducir el estrés de sus trabajadores.
Al brindar educación sobre la salud mental, y capacitación sobre los factores de riesgo que deben vigilar, le permitirá a las personas notar riesgos en sus compañeros de trabajo, ellos mismos y sus familiares. Normalmente hay señales de alerta temprana de problemas más graves, y darles a las personas las herramientas para reconocerlos puede permitirles intervenir a tiempo y posiblemente evitar que las cosas se compliquen. También, al ofrecer capacitación en salud mental a nivel general en la empresa, se retira el estigma del tema y lo convierte en una parte de la misma y permitiendo una comunicación más abierta.
Es importante ofrecer apoyo y recursos a aquellos que luchan con problemas de salud mental, para que puedan obtener ayuda si es necesario. Ofrecer servicios de asesoramiento, programas de asistencia al empleado, aplicaciones de salud mental y otros programas puede ayudar a las personas a abordar sus problemas u obtener la ayuda que necesitan. Dar a conocer ampliamente estos recursos y promocionarlos en cada oportunidad.
Todas las anteriores son herramientas prácticas para mejorar la salud mental en el lugar de trabajo. Sin embargo, una herramienta eficaz que las empresas no suelen reconocer es el papel de la ergonomía en el bienestar de sus empleados.
La ergonomía en el lugar de trabajo tiene como objetivo reducir el riesgo de lesiones relacionadas con el trabajo, como trastornos musculoesqueléticos (TME), a la vez que mejora el bienestar general de sus empleados. Lo hace evaluando y diseñando o ajustando diferentes aspectos del lugar de trabajo, como equipos, muebles, o el propio proceso de trabajo. Estos cambios pueden reducir de forma importante el riesgo de lesiones en el lugar de trabajo por la exposición prolongada a posturas incómodas o movimientos repetitivos comunes en lugares de trabajo mal diseñados.
La ergonomía juega un papel importante en la mejora de las condiciones de trabajo de sus empleados y la comodidad general. Por ejemplo, una estación de trabajo de diseño ergonómico con una silla y un escritorio ajustables puede mejorar la postura de sus empleados y evitar molestias. Además, enseñar a sus trabajadores una mecánica corporal adecuada y eliminar las conductas o tareas en riesgo reduce la probabilidad de lesiones de sus trabajadores, lo cual podría tener consecuencias importantes en la salud mental de los afectados.
La fatiga es otra variable que puede incidir en la salud mental de un empleado. Por ejemplo, el trabajo físico duro o trabajar durante largos períodos en posiciones incómodas puede drenar los niveles de energía y afectar negativamente el estado de ánimo. La ergonomía adecuada trabaja para eliminar estas ocurrencias y tareas en riesgo mediante el rediseño de procesos o la implementación de políticas que reducen el tiempo bajo estrés y permiten descansos regulares que facilitan la recuperación. Estos ajustes pueden contribuir en gran medida a mejorar la salud de sus empleados, los niveles de energía y el estado de ánimo general.
Las organizaciones que desean seguir siendo competitivas deben priorizar el bienestar físico y mental de sus empleados, y la ergonomía puede ayudarlos. Las empresas que lo hacen tienen empleados más sanos y felices. Afortunadamente, la tecnología moderna ha hecho que implementar un programa de ergonomía sea más fácil y asequible.
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