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Las nuevas tecnologías y enfoques han facilitado el equilibrio de productividad y seguridad en las empresas. Sin embargo, de ellas cuentan con vastos recursos pero no alcanzan sus objetivos de seguridad ni cumplen con las normas porque priorizan la producción sobre todo lo demás.
Afortunadamente, las empresas no necesitan elegir entre la seguridad o la productividad de los empleados; pueden tenerlo todo. En este artículo, exploraremos formas en que las empresas pueden cumplir con los objetivos de productividad sin dejar de lado la seguridad de sus trabajadores.
Las empresas suelen luchar por equilibrar la seguridad y la productividad en el lugar de trabajo porque, a simple vista, parecen prioridades opuestas. Si bien un lugar de trabajo seguro puede reducir el riesgo de lesiones laborales y reclamos de indemnización para trabajadores, también puede consumir mucho tiempo y resultar costoso de implementar.
Por otro lado, un lugar de trabajo altamente productivo puede ser más eficiente y rentable, pero podría requerir que los trabajadores dediquen más horas o asuman más exigencias físicas, lo que podría aumentar el riesgo de lesiones en el lugar de trabajo.
También existe una percepción negativa persistente de que las medidas de seguridad pueden obstaculizar la productividad. Por ejemplo, los trabajadores podrían sentir que el equipo de protección personal es incómodo e impide su capacidad para trabajar de forma eficiente o que los procedimientos de seguridad les quitan tiempo de otras actividades, lo que puede disminuir la productividad.
Por último, para las empresas puede parecer difícil equilibrar la seguridad en el lugar de trabajo y la productividad si no entienden claramente los costos y beneficios de las medidas de seguridad. Por ejemplo, invertir en estaciones de trabajo ergonómicas o programas de capacitación en seguridad implica una inversión inicial. Aún así, se pueden generar ahorros de costos a largo plazo a través de la reducción de las reclamaciones de indemnización de los trabajadores, el aumento de la productividad y la mejora de las tasas de retención de empleados.
Las empresas que se centran únicamente en el aumento de la productividad a corto plazo pueden pasar por alto los beneficios a largo plazo de invertir en seguridad en el lugar de trabajo. A continuación presentamos varios pasos prácticos que los líderes y los gerentes de riesgos pueden tomar para encontrar el equilibrio aparentemente imposible entre seguridad y productividad.
La evaluación de riesgos antes de implementar cambios en los procesos puede ayudar a las empresas a mejorar la seguridad y la productividad al identificar peligros potenciales. Por ejemplo, los riesgos ergonómicos pueden surgir cuando los trabajadores necesitan hacer tareas físicamente exigentes, usar equipo pesado o herramientas, o permanecer en posiciones incómodas por períodos largos.
Analizar el entorno de trabajo y evaluar las demandas físicas de posibles cambios en las tareas ayuda a las empresas a identificar de manera proactiva los peligros potenciales antes de que existan y ajustar su proceso para reducirlos o eliminarlos desde el principio. Además, evaluar los riesgos ergonómicos puede ayudar a las empresas a mejorar la eficiencia y reducir los costos al optimizar los flujos de trabajo y reducir el desperdicio.
Al examinar las tareas, las empresas pueden identificar oportunidades para agilizar los procesos y eliminar pasos innecesarios, reduciendo las exigencias físicas de los trabajadores y mejorando su productividad general. Por ejemplo, pueden rediseñar estaciones de trabajo para eliminar los movimientos excesivos de flexión o para alcanzar algo, usar herramientas y equipos más ligeros, o implementar automatización para reducir la necesidad de tareas manuales repetitivas.
Al diseñar mejoras de eficiencia, las empresas deben evaluar el impacto de riesgo ergonómico de cualquier cambio en paralelo. Con la ayuda de la tecnología moderna de evaluación de riesgos, las empresas pueden evaluar rápidamente el impacto en el riesgo de lesiones de cualquier cambio mientras exploran nuevos enfoques de productividad.
Cuando los trabajadores están cansados, son más propensos a cometer errores, tienen tiempos de reacción más lentos y están menos atentos a su entorno. Esta fatiga puede provocar un riesgo mayor de accidentes y lesiones en el lugar de trabajo, lo que podría provocar altos costos financieros y humanos para las empresas.
La fatiga también puede perjudicar la productividad. Cuando los trabajadores están agotados, pueden tener dificultades para concentrarse, lo que lleva a una menor eficiencia y un trabajo de menor calidad. La fatiga también puede contribuir al ausentismo, ya que los trabajadores podrían necesitar tiempo para recuperarse de los efectos físicos y mentales de la fatiga.
Muchos factores pueden contribuir a la fatiga en el lugar de trabajo, incluyendo largas horas de trabajo, sueño deficiente, cargas de trabajo pesadas y trabajo físicamente exigente. Además, el trabajo por turnos y los horarios de trabajo irregulares pueden interrumpir el ciclo natural de sueño-vigilia del cuerpo, provocando fatiga y disminución de la productividad.
Las empresas pueden tomar varias medidas para abordar el impacto de la fatiga en la seguridad y productividad en el lugar de trabajo. Proporcionar a los trabajadores descansos regulares y períodos de descanso ayuda a reducir la fatiga física y mental y mejorar la productividad general.
Otro paso crítico es reducir las exigencias físicas del trabajo, particularmente para trabajos que implican levantar objetos pesados o hacer movimientos repetitivos. Al aplicar los principios ergonómicos en el diseño de estaciones de trabajo y equipos, las empresas pueden reducir el riesgo de tensión física y fatiga en los trabajadores.
Por último, la fatiga dificulta que un trabajador mantenga una producción constante y consistente, impactando la eficiencia y aumentando la posibilidad de lesión por las soluciones temporales para aliviar el dolor. Encontrar formas de identificar y abordar rápidamente las fuentes de fatiga y los movimientos riesgosos a los que contribuyen ayudará a sus trabajadores a mantenerse seguros y operar de la mejor manera.
La moral de los empleados puede tener un impacto profundo en la productividad y la seguridad en el lugar de trabajo. Los empleados que están satisfechos y comprometidos con su trabajo tienen más probabilidades de ser productivos, eficientes y conscientes de la seguridad. Por el contrario, cuando la moral de los empleados es baja, la productividad y la seguridad pueden verse afectados de forma negativa.
Los empleados que no se sienten valorados por su empleador tienen menos probabilidades de hacer su mejor esfuerzo o de ser eficientes en su trabajo. Además, la baja moral puede provocar un aumento del ausentismo y la rotación de personal, afectando aún más la productividad.
En términos de seguridad en el lugar de trabajo, la baja moral también puede tener consecuencias negativas. Por ejemplo, los empleados que no son felices tienen menos probabilidad de prestar atención a los protocolos de seguridad o a tomar la seguridad en serio. Además, la baja moral puede provocar un aumento del estrés, impactando su salud física y mental y aumentando el riesgo de lesiones en el lugar de trabajo.
Las empresas pueden tomar varias medidas para atender el impacto de la moral de los empleados en la seguridad y productividad en el lugar de trabajo. Un paso crítico es invertir en programas de compromiso y satisfacción de los empleados, como ofrecer una remuneración competitiva y paquetes de beneficios, oportunidades de desarrollo y avance profesional y crear un ambiente de trabajo positivo que valore y respete a los empleados.
Además, las empresas pueden reunir a sus líderes para fomentar una cultura de seguridad sólida dentro de la misma. Algunas medidas incluyen proporcionar capacitación y educación regulares sobre seguridad, alentar a los empleados a reportar preocupaciones o peligros de seguridad e invertir en ergonomía para reducir el estrés físico en los cuerpos de los trabajadores.
La ergonomía es la ciencia de diseñar y organizar espacios de trabajo, equipos y herramientas que promuevan la seguridad, comodidad y eficiencia de los trabajadores. Al invertir en ergonomía, las empresas pueden crear un ambiente de trabajo que reduzca el riesgo de lesiones y aumente la productividad y la eficiencia.
Uno de los principales beneficios de la ergonomía es que puede reducir la tensión física y la fatiga asociadas con muchas tareas en el lugar de trabajo. Por ejemplo, las estaciones de trabajo que permiten una buena postura y reducen el estrés físico pueden disminuir el riesgo de trastornos musculoesqueléticos (TME) como dolor de espalda, síndrome del túnel carpiano y tendinitis.
Invertir en ergonomía también puede mejorar la productividad al reducir el tiempo y el esfuerzo necesarios para llevar a cabo las actividades laborales. Reducir la tensión física y la necesidad de que los trabajadores se estiren, flexionen o tengan que alcanzar algo con movimientos incómodos significa que los trabajadores pueden completar sus actividades más eficientemente y con menos errores.
En el entorno actual, donde todavía es difícil contratar y retener empleados, las empresas que no abordan las preocupaciones de ergonomía y seguridad general tienen más probabilidad de que sus empleados se vayan a otras que sí lo hacen. Este ciclo de necesidad constante de contratar nuevos empleados eleva los costos y puede impactar importantemente en la productividad.
Cuando los empleados abandonan una empresa, sus conocimientos, habilidades y experiencia se van con ellos, generando una pérdida de productividad y eficiencia. Además, la rotación de personal puede interrumpir a los equipos de trabajo y provocar un aumento del estrés y disminución de la moral, afectando su productividad aún más.
En términos de seguridad laboral, la rotación de personal también puede tener consecuencias negativas. Los nuevos empleados podrían no contar con el mismo nivel de experiencia o capacitación que los empleados a los que están reemplazando, produciendo un mayor riesgo de lesiones o accidentes en el lugar de trabajo.
Las altas tasas de rotación pueden crear una sensación de inestabilidad en el lugar de trabajo, provocando un mayor estrés y una disminución de la conciencia de seguridad entre los empleados. Además, cuando los empleados se van constantemente de la empresa, puede ser todo un reto establecer un sentido de confianza y trabajo en equipo entre los trabajadores, lo que lleva a una menor conciencia de seguridad y una menor disposición a trabajar en equipo para promover la seguridad.
Las empresas pueden tomar varias medidas para abordar el impacto de la rotación de empleados en la seguridad y productividad en el lugar de trabajo. Un paso esencial es invertir en programas efectivos de incorporación y capacitación para los nuevos empleados para garantizar que sepan y entiendan cómo aplicar correctamente los protocolos de seguridad.
Hacer que los empleados se sientan cómodos en el trabajo invirtiendo en ergonomía también es una excelente manera de reducir la rotación. Las personas que suelen regresar a casa agotadas o lastimadas tienen más probabilidades de buscar otro empleo.
Al abordar el impacto de la rotación en la seguridad y productividad en el lugar de trabajo, las empresas pueden crear un ambiente de trabajo más seguro y eficiente al tiempo que mejoran la satisfacción de los empleados y reducen los costos.
La tecnología moderna es otra herramienta que ayuda a las empresas a encontrar el escurridizo equilibrio entre seguridad y productividad. Por ejemplo, las soluciones de visión computarizada automatizan muchos de los pasos anteriores para que su empresa pueda incluir sin problemas a la seguridad en las discusiones sobre productividad.
Al principio, la seguridad y la productividad en el lugar de trabajo pueden parecer prioridades opuestas. Sin embargo, con un enfoque específico y proactivo, las empresas ya no necesitan elegir entre una u otra; pueden tenerlo todo.
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Las nuevas tecnologías y enfoques han facilitado el equilibrio de productividad y seguridad en las empresas. Sin embargo, de ellas cuentan con vastos recursos pero no alcanzan sus objetivos de seguridad ni cumplen con las normas porque priorizan la producción sobre todo lo demás.
Afortunadamente, las empresas no necesitan elegir entre la seguridad o la productividad de los empleados; pueden tenerlo todo. En este artículo, exploraremos formas en que las empresas pueden cumplir con los objetivos de productividad sin dejar de lado la seguridad de sus trabajadores.
Las empresas suelen luchar por equilibrar la seguridad y la productividad en el lugar de trabajo porque, a simple vista, parecen prioridades opuestas. Si bien un lugar de trabajo seguro puede reducir el riesgo de lesiones laborales y reclamos de indemnización para trabajadores, también puede consumir mucho tiempo y resultar costoso de implementar.
Por otro lado, un lugar de trabajo altamente productivo puede ser más eficiente y rentable, pero podría requerir que los trabajadores dediquen más horas o asuman más exigencias físicas, lo que podría aumentar el riesgo de lesiones en el lugar de trabajo.
También existe una percepción negativa persistente de que las medidas de seguridad pueden obstaculizar la productividad. Por ejemplo, los trabajadores podrían sentir que el equipo de protección personal es incómodo e impide su capacidad para trabajar de forma eficiente o que los procedimientos de seguridad les quitan tiempo de otras actividades, lo que puede disminuir la productividad.
Por último, para las empresas puede parecer difícil equilibrar la seguridad en el lugar de trabajo y la productividad si no entienden claramente los costos y beneficios de las medidas de seguridad. Por ejemplo, invertir en estaciones de trabajo ergonómicas o programas de capacitación en seguridad implica una inversión inicial. Aún así, se pueden generar ahorros de costos a largo plazo a través de la reducción de las reclamaciones de indemnización de los trabajadores, el aumento de la productividad y la mejora de las tasas de retención de empleados.
Las empresas que se centran únicamente en el aumento de la productividad a corto plazo pueden pasar por alto los beneficios a largo plazo de invertir en seguridad en el lugar de trabajo. A continuación presentamos varios pasos prácticos que los líderes y los gerentes de riesgos pueden tomar para encontrar el equilibrio aparentemente imposible entre seguridad y productividad.
La evaluación de riesgos antes de implementar cambios en los procesos puede ayudar a las empresas a mejorar la seguridad y la productividad al identificar peligros potenciales. Por ejemplo, los riesgos ergonómicos pueden surgir cuando los trabajadores necesitan hacer tareas físicamente exigentes, usar equipo pesado o herramientas, o permanecer en posiciones incómodas por períodos largos.
Analizar el entorno de trabajo y evaluar las demandas físicas de posibles cambios en las tareas ayuda a las empresas a identificar de manera proactiva los peligros potenciales antes de que existan y ajustar su proceso para reducirlos o eliminarlos desde el principio. Además, evaluar los riesgos ergonómicos puede ayudar a las empresas a mejorar la eficiencia y reducir los costos al optimizar los flujos de trabajo y reducir el desperdicio.
Al examinar las tareas, las empresas pueden identificar oportunidades para agilizar los procesos y eliminar pasos innecesarios, reduciendo las exigencias físicas de los trabajadores y mejorando su productividad general. Por ejemplo, pueden rediseñar estaciones de trabajo para eliminar los movimientos excesivos de flexión o para alcanzar algo, usar herramientas y equipos más ligeros, o implementar automatización para reducir la necesidad de tareas manuales repetitivas.
Al diseñar mejoras de eficiencia, las empresas deben evaluar el impacto de riesgo ergonómico de cualquier cambio en paralelo. Con la ayuda de la tecnología moderna de evaluación de riesgos, las empresas pueden evaluar rápidamente el impacto en el riesgo de lesiones de cualquier cambio mientras exploran nuevos enfoques de productividad.
Cuando los trabajadores están cansados, son más propensos a cometer errores, tienen tiempos de reacción más lentos y están menos atentos a su entorno. Esta fatiga puede provocar un riesgo mayor de accidentes y lesiones en el lugar de trabajo, lo que podría provocar altos costos financieros y humanos para las empresas.
La fatiga también puede perjudicar la productividad. Cuando los trabajadores están agotados, pueden tener dificultades para concentrarse, lo que lleva a una menor eficiencia y un trabajo de menor calidad. La fatiga también puede contribuir al ausentismo, ya que los trabajadores podrían necesitar tiempo para recuperarse de los efectos físicos y mentales de la fatiga.
Muchos factores pueden contribuir a la fatiga en el lugar de trabajo, incluyendo largas horas de trabajo, sueño deficiente, cargas de trabajo pesadas y trabajo físicamente exigente. Además, el trabajo por turnos y los horarios de trabajo irregulares pueden interrumpir el ciclo natural de sueño-vigilia del cuerpo, provocando fatiga y disminución de la productividad.
Las empresas pueden tomar varias medidas para abordar el impacto de la fatiga en la seguridad y productividad en el lugar de trabajo. Proporcionar a los trabajadores descansos regulares y períodos de descanso ayuda a reducir la fatiga física y mental y mejorar la productividad general.
Otro paso crítico es reducir las exigencias físicas del trabajo, particularmente para trabajos que implican levantar objetos pesados o hacer movimientos repetitivos. Al aplicar los principios ergonómicos en el diseño de estaciones de trabajo y equipos, las empresas pueden reducir el riesgo de tensión física y fatiga en los trabajadores.
Por último, la fatiga dificulta que un trabajador mantenga una producción constante y consistente, impactando la eficiencia y aumentando la posibilidad de lesión por las soluciones temporales para aliviar el dolor. Encontrar formas de identificar y abordar rápidamente las fuentes de fatiga y los movimientos riesgosos a los que contribuyen ayudará a sus trabajadores a mantenerse seguros y operar de la mejor manera.
La moral de los empleados puede tener un impacto profundo en la productividad y la seguridad en el lugar de trabajo. Los empleados que están satisfechos y comprometidos con su trabajo tienen más probabilidades de ser productivos, eficientes y conscientes de la seguridad. Por el contrario, cuando la moral de los empleados es baja, la productividad y la seguridad pueden verse afectados de forma negativa.
Los empleados que no se sienten valorados por su empleador tienen menos probabilidades de hacer su mejor esfuerzo o de ser eficientes en su trabajo. Además, la baja moral puede provocar un aumento del ausentismo y la rotación de personal, afectando aún más la productividad.
En términos de seguridad en el lugar de trabajo, la baja moral también puede tener consecuencias negativas. Por ejemplo, los empleados que no son felices tienen menos probabilidad de prestar atención a los protocolos de seguridad o a tomar la seguridad en serio. Además, la baja moral puede provocar un aumento del estrés, impactando su salud física y mental y aumentando el riesgo de lesiones en el lugar de trabajo.
Las empresas pueden tomar varias medidas para atender el impacto de la moral de los empleados en la seguridad y productividad en el lugar de trabajo. Un paso crítico es invertir en programas de compromiso y satisfacción de los empleados, como ofrecer una remuneración competitiva y paquetes de beneficios, oportunidades de desarrollo y avance profesional y crear un ambiente de trabajo positivo que valore y respete a los empleados.
Además, las empresas pueden reunir a sus líderes para fomentar una cultura de seguridad sólida dentro de la misma. Algunas medidas incluyen proporcionar capacitación y educación regulares sobre seguridad, alentar a los empleados a reportar preocupaciones o peligros de seguridad e invertir en ergonomía para reducir el estrés físico en los cuerpos de los trabajadores.
La ergonomía es la ciencia de diseñar y organizar espacios de trabajo, equipos y herramientas que promuevan la seguridad, comodidad y eficiencia de los trabajadores. Al invertir en ergonomía, las empresas pueden crear un ambiente de trabajo que reduzca el riesgo de lesiones y aumente la productividad y la eficiencia.
Uno de los principales beneficios de la ergonomía es que puede reducir la tensión física y la fatiga asociadas con muchas tareas en el lugar de trabajo. Por ejemplo, las estaciones de trabajo que permiten una buena postura y reducen el estrés físico pueden disminuir el riesgo de trastornos musculoesqueléticos (TME) como dolor de espalda, síndrome del túnel carpiano y tendinitis.
Invertir en ergonomía también puede mejorar la productividad al reducir el tiempo y el esfuerzo necesarios para llevar a cabo las actividades laborales. Reducir la tensión física y la necesidad de que los trabajadores se estiren, flexionen o tengan que alcanzar algo con movimientos incómodos significa que los trabajadores pueden completar sus actividades más eficientemente y con menos errores.
En el entorno actual, donde todavía es difícil contratar y retener empleados, las empresas que no abordan las preocupaciones de ergonomía y seguridad general tienen más probabilidad de que sus empleados se vayan a otras que sí lo hacen. Este ciclo de necesidad constante de contratar nuevos empleados eleva los costos y puede impactar importantemente en la productividad.
Cuando los empleados abandonan una empresa, sus conocimientos, habilidades y experiencia se van con ellos, generando una pérdida de productividad y eficiencia. Además, la rotación de personal puede interrumpir a los equipos de trabajo y provocar un aumento del estrés y disminución de la moral, afectando su productividad aún más.
En términos de seguridad laboral, la rotación de personal también puede tener consecuencias negativas. Los nuevos empleados podrían no contar con el mismo nivel de experiencia o capacitación que los empleados a los que están reemplazando, produciendo un mayor riesgo de lesiones o accidentes en el lugar de trabajo.
Las altas tasas de rotación pueden crear una sensación de inestabilidad en el lugar de trabajo, provocando un mayor estrés y una disminución de la conciencia de seguridad entre los empleados. Además, cuando los empleados se van constantemente de la empresa, puede ser todo un reto establecer un sentido de confianza y trabajo en equipo entre los trabajadores, lo que lleva a una menor conciencia de seguridad y una menor disposición a trabajar en equipo para promover la seguridad.
Las empresas pueden tomar varias medidas para abordar el impacto de la rotación de empleados en la seguridad y productividad en el lugar de trabajo. Un paso esencial es invertir en programas efectivos de incorporación y capacitación para los nuevos empleados para garantizar que sepan y entiendan cómo aplicar correctamente los protocolos de seguridad.
Hacer que los empleados se sientan cómodos en el trabajo invirtiendo en ergonomía también es una excelente manera de reducir la rotación. Las personas que suelen regresar a casa agotadas o lastimadas tienen más probabilidades de buscar otro empleo.
Al abordar el impacto de la rotación en la seguridad y productividad en el lugar de trabajo, las empresas pueden crear un ambiente de trabajo más seguro y eficiente al tiempo que mejoran la satisfacción de los empleados y reducen los costos.
La tecnología moderna es otra herramienta que ayuda a las empresas a encontrar el escurridizo equilibrio entre seguridad y productividad. Por ejemplo, las soluciones de visión computarizada automatizan muchos de los pasos anteriores para que su empresa pueda incluir sin problemas a la seguridad en las discusiones sobre productividad.
Al principio, la seguridad y la productividad en el lugar de trabajo pueden parecer prioridades opuestas. Sin embargo, con un enfoque específico y proactivo, las empresas ya no necesitan elegir entre una u otra; pueden tenerlo todo.